Cuando llego al trabajo a la mañana y alguien se me acerca a saludar con olor a frito de las milanesas que preparó la noche anterior, un asco repentino y total se apodera de mi ser. ASCO.
¿Cómo puede ser que no se den cuenta que tienen que prender el sparr o cerrar la puerta de la cocina cuando cocinan?
My God!
PD: tengo un día de mierda. amén.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario