sábado, 12 de junio de 2010

19. Si no tengo sexo, engordo.

Hace aproximadamente 20 días que decidí decir NO a la situación que se venía dando desde hace algo más de dos años.
Entonces empecé a decir NO al llamado de las 6 am, al mensaje de las 7 am, a la propuesta sexual de madrugada, al mensaje en el messenger de las 0 hs. Y entonces, como según mi nueva ley de encuentro sexual todo tiene que acomodarse a una salida/cena en un lugar lindo/pizza/vinito en su casa/vinito y cosas ricas en mi casa/cervecita/automac/etc/etc/etc que se desarrolle en un horario normal (llámese horario normal de las 8pm a las 11 pm, para arrancar) hace más de 20 días que no tengo sexo. Y me di cuenta que en estos 20 días, en medio de stress laboral, exámenes, festejos y demás, engordé algo así como 4 kilos. Y no es que me faltasen, no no.
Es así, engordé 4 kilos porque no tuve sexo (y porque, además, claramente, me dediqué a comer).
¿Puede haber cosa más injusta en este mundo?
¿Es acaso un castigo por ponerle los puntos a un hombre después de dos años y medio de tocarme el timbre a las 6am, cada fin de semana?
¿Es acaso el precio que tengo que pagar por tomar la decisión (que tanto me ha costado) de poner las cosas en su lugar, dar prioridad a lo que me hace bien, y rechazar compartir mi cama dos o tres veces por semana con alguien que me exige cosas a cambio de la nada misma, de la soledad parcial?
Qué injusticia. 4 kilos más, 20 días sin sexo. Esto no es vida: claramente no lo es.

No hay comentarios: