viernes, 25 de junio de 2010

23. No resisto al CH212 Men

Hoy caminaba de vuelta a la oficina después de tomarme un rico café en la Brioche, cuando confirmé, una vez más, que ante todo caballero que se cruza por mi camino oliendo a 212 Men, no respondo de mis actos.
No sé que tiene ese perfume que los hace irresistibles, porque no importa el portador, pero mis sentidos me asaltan y estallan en una alegría incontenible e insospechada.
No dije nada en voz alta, caminé rápido, mirando al piso. Definitivamente no podía tirarmele encima al transeúnte, ni puedo hacerlo con cada uno que se me cruce.
No es calentura, aclaro; tuve sexo hace muy poco. Es sólo el perfume, sólo ese perfume, que altera mis sentidos.
Caballeros, si algún día van caminando por microcentro y una chica bonita de un metro cientuentaymonedas se les tira encima... esa soy yo. No digan que no avisé.

miércoles, 16 de junio de 2010

22. Mi carne es débil

Visto y considerando mis cuatro kilos aumentados en 20 días de abstinencia sexual con E, he vuelto a las carreras.
Sí señor, demasiado tiempo y kilos ganados.
En estos veinte días de mi nueva ley de encuentro sexual he logrado que después de dos años y medio:
Me mande un mensaje a las 18:30 hs.
Me cocine una rica cena en un horario razonable.
Cenar juntos, y que nuestro encuentro no sea desayunar.
Tomar un rico vino.
Hablar de la vida.
Fumar en su cama.
Explicaciones varias.
Conversar en estado de sobriedad (una vez!)
Cucharear toda la noche.

Confesiones banales varias hicimos entre risas, vino y sábanas.
No faltó sexo, pero tampoco sobró. Eso era cuando éramos jóvenes y no dormíamos, sonaba el despertador y todavía estábamos enroscados, dije, y se rió y acotó entre risas, "y yo era más flexible."

Sin embargo,
Nada ha cambiado, amigos:
Su novia sigue estando presente, no solamente en el portaretrato de su mesa de luz.
Y yo sigo estando reservada para las confesiones, las risas, el compartir, el vino, el sexo, la buena charla, y el taxi de la mañana.

El desafío es, entonces, toparme en la vida con alguien que quiera todo eso conmigo, a cualquier hora del día y de la noche, y que, además, no tenga una novia ó dos. Además, toparme y no espantarlo.

lunes, 14 de junio de 2010

21. El olor a frito de la noche, de mañana, me da asco

Cuando llego al trabajo a la mañana y alguien se me acerca a saludar con olor a frito de las milanesas que preparó la noche anterior, un asco repentino y total se apodera de mi ser. ASCO.
¿Cómo puede ser que no se den cuenta que tienen que prender el sparr o cerrar la puerta de la cocina cuando cocinan?
My God!

PD: tengo un día de mierda. amén.

domingo, 13 de junio de 2010

20. No voy a ningún lado

Con esta actitud, con este modo, con este capricho, con este empecinamiento(claramente) no llego a ningún lado.
No sé cuál de todas las cosas es más humillante: si que se haya puesto de novio meses después de conocerme, hace más de dos años; si que tenga novia y yo lo siga viendo dos veces por semana; si encontrar fotos de él y su novia en facebooks de amigos en común; si saber fehacientemente que esto nunca va a cambiar; si sentirme una idiota cada vez que las situaciones se repiten; si creerle todo lo que dice y a la vez no creerle nada; si haber engordado cuatro kilos en veinte días por haberlo dejado de ver a causa de mi nueva ley de encuentros sexuales.
No voy a ningún lado con esta situación, encaprichada en mendigar amor de alguien que tiene novia, dice que me quiere, y sigue estando de novio con otra.
No voy a ningún lado comiendo chocolate, tomando absolut red bull los sábados por la noche, contestando mensajes de (des)amor a las 6 am, cayendo nuevamente en un juego del que no soy ganadora, escondiéndome del mundo para no dar oportunidad a nadie a nada.
No voy a ningún lado, y quiero llegar a algún lugar.
No me muevo, pero lo deseo.
Necesito poder conjugar deseo y acción. Ya.

sábado, 12 de junio de 2010

19. Si no tengo sexo, engordo.

Hace aproximadamente 20 días que decidí decir NO a la situación que se venía dando desde hace algo más de dos años.
Entonces empecé a decir NO al llamado de las 6 am, al mensaje de las 7 am, a la propuesta sexual de madrugada, al mensaje en el messenger de las 0 hs. Y entonces, como según mi nueva ley de encuentro sexual todo tiene que acomodarse a una salida/cena en un lugar lindo/pizza/vinito en su casa/vinito y cosas ricas en mi casa/cervecita/automac/etc/etc/etc que se desarrolle en un horario normal (llámese horario normal de las 8pm a las 11 pm, para arrancar) hace más de 20 días que no tengo sexo. Y me di cuenta que en estos 20 días, en medio de stress laboral, exámenes, festejos y demás, engordé algo así como 4 kilos. Y no es que me faltasen, no no.
Es así, engordé 4 kilos porque no tuve sexo (y porque, además, claramente, me dediqué a comer).
¿Puede haber cosa más injusta en este mundo?
¿Es acaso un castigo por ponerle los puntos a un hombre después de dos años y medio de tocarme el timbre a las 6am, cada fin de semana?
¿Es acaso el precio que tengo que pagar por tomar la decisión (que tanto me ha costado) de poner las cosas en su lugar, dar prioridad a lo que me hace bien, y rechazar compartir mi cama dos o tres veces por semana con alguien que me exige cosas a cambio de la nada misma, de la soledad parcial?
Qué injusticia. 4 kilos más, 20 días sin sexo. Esto no es vida: claramente no lo es.

miércoles, 2 de junio de 2010

18. Soy vulnerable al número 30.

Estoy bajo los efectos de la vulnerabilidad del cumpleaños número 30.

CUMPLO 30 AÑOS.
MAÑANA.

Lo pienso y lloro.
ffff!