Al término de mi jornada laboral descubrí que tal vez me odia mucha más gente de la que tengo en claro. Esto es: en un piso donde trabajan aproximadamente 50 personas "compañeras de trabajo", tal vez más de 10 me detesten (por incompetentes ellos) y no me lo han dicho aún; la mayoría de éstos me sonríe y todo.
Las actitudes lo evidencian.
Es la envidia, dicen.
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